Aunque sea un tema del que se habla poco, ya que muchas mujeres lo esconden o le quitan importancia, la depresión postparto afecta a entre el 10 y el 25% de las madres.
La visión idealizada que se ha creado de la maternidad hace que muchas mujeres se sientan incluso culpables de sentirse como se sienten y que no se atrevan a expresar sus sentimientos ni pedir ayuda psicológica.
Hay que saber diferenciar entre depresión postparto leve, con síntomas como tristeza, insomnio o frustración que suelen remitir de forma espontánea a los pocos días; depresión mayor postparto, que conlleva dificultad para vincularse al bebé o resentimientos hacia el bebé o psicosis postparto, que incluye, además, intentos de lastimarse a sí misma o al bebé.
La depresión leve remite con el tiempo, pero para la depresión mayor o la psicosis sí que requieren de intervención psicoterapéutica. Reconocer el problema supone el primer paso y, posteriormente, buscar ayuda es imprescindible para evitar complicaciones posteriores.
Causas de la depresión postparto
Aunque no siempre hay una causa exacta, hay ciertas circunstancias que pueden desencadenar esta depresión:
- Algunos trastornos físicos, como la anemia o una alteración de las hormonas tiroideas, pueden favorecerla.
- Haber tenido un parto traumático o un bebé prematuro.
- El agotamiento y la falta de sueño.
- Cambios en el cuerpo a raíz del embarazo y el parto.
Asimismo, existen algunos factores de riesgo, como haber sufrido previamente episodios depresivos, haber tenido ansiedad durante el parto, que sea un embarazo no deseado y también problemas en la relación con la pareja.
Prevenir la depresión postparto
Existen algunas “estrategias” que pueden ayudarte a prevenir la depresión posrparto:
- Dormir y descansar todo lo que sea posible
- Relacionarse con otras madresen los grupos de posparto o de apoyo a la lactancia
- Realizar actividades gratificantes, salir a pasear, hacer ejercicio suave…
- Intenta posponer las visitas hasta después del primer mes, para poder descansar al máximo.
- No abandonar el cuidado personal ni la alimentación.
- Aprender a pedir ayuda y a delegar.