Naturaleza y bienestar emocional

Estar en contacto con la naturaleza es beneficioso para nuestro bienestar emocional.

El sol, la brisa, el mar, las flores, las hojas que caen de los árboles… Todo influye, nos regala imágenes bellas, nostálgicas y reconfortantes que servirán para que encontremos un mayor equilibrio.

Pero no sólo visualmente, también físicamente; al adentrarnos en entornos naturales y caminar por ellos lograremos sentirnos muchísimo mejor en todos los aspectos. De hecho, dar un paseo diario es fundamental para evitar que surjan trastornos psicológicos como una depresión, puesto que estaremos escapando del sedentarismo y el aislamiento, mostrando una actitud activa y un cariño por nuestro cuerpo y por nuestra mente.

Naturaleza y mar - Bienestar emocional
Bosque junto al Mar – Grandezas de la naturaleza.

Unir este ejercicio físico con el contacto con la naturaleza promueve actitudes optimistas y pensamientos positivos, algo que nos llevará hasta una mayor felicidad y alegría de una forma realmente sencilla.

Se trata de que, en estos entornos naturales, nos paremos, respiremos aire puro y nos renovemos por dentro, dejando que salgan todas las energías negativas y llenándonos de aire limpio, pureza y calma.

Emociones positivas gracias a la naturaleza

Estado emocional y físico van unidos. Ya conocimos los beneficios que tenía practicar deporte para sentirnos mejor, y hacerlo a través del contacto con la naturaleza reportará sensaciones y emociones positivas.

Un estudio realizado en Inglaterra por diferentes universidades determinó que hacer ejercicio y respirar aire puro, caminando por lugares naturales, proporcionaba beneficios reales para la salud mental de quienes lo hacían, con resultados incluso mejores si se practicaba en compañía.

Esta investigación trababa de determinar los efectos positivos que tenía la naturaleza en el bienestar emocional de quienes salían a andar en grupo, y quedó probado que esto hacía descender los síntomas de depresión y neutralizaba los efectos negativos del estrés y del estrés postraumático tras una pérdida material (el trabajo) o afectiva (una muerte o separación) o también tras haber sufrido un accidente o una enfermedad.

La naturaleza les daba, además de beneficios para su salud mental, los propios de estar realizando una actividad física. A mayor intensidad de la andada mayor felicidad reportaba esta experiencia a las personas que formaron parte de este estudio, que también determinó que ver y escuchar a los pájaros mejoraba su humor y su estado de ánimo.

Mar y bienestar emocional

El mar es otro entorno natural en el que se pueden apreciar beneficios emocionales.

Andar descalzos por la arena, nadar o, simplemente, respirar ese ambiente marino conseguirá que las emociones se equilibren y nos encontremos mucho mejor.

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