El mindfulness se define, básicamente como atención al momento presente. Se ha revelado como una poderosa herramienta de regulación emocional que contribuye al bienestar y a la salud de los pacientes ya que, a través de sencillas técnicas de meditación, centradas en prestar atención de forma plena al presente sin juzgar y con aceptación, las personas logran disminuir el estrés, el miedo y la ansiedad que les generaran las distintas circunstancias de su vida y que, en el curso de una enfermedad, pueden verse agravadas dificultando el proceso de recuperación.
Vivir implica tener que afrontar, tarde o temprano, la enfermedad, la vejez y la muerte, que son causas más inevitables del sufrimiento humano. En ese sentido, la forma en la que afrontamos el sufrimiento, bien sea viviéndolo como una experiencia de la que podemos obtener algo positivo, o, por el contrario, cargándolo con connotaciones negativas, puede hacerlo más o menos llevadero en la vida diaria.
Con las terapias de mindfulness no se evita que ciertas cosas sucedan, pero sí podemos cambiar la forma en que vivimos las experiencias dolorosas inherentes a la condición humana.
La idea que motiva la práctica del mindfulness es la posibilidad de transformar nuestras mentes para estar en calma, y reunir, así, la fuerza suficiente para aceptar lo inevitable cuando sucede, gracias a que nos enseña a vivir el momento presente con curiosidad y sin juicios previos, siendo conscientes de nuestras emociones y nuestros condicionantes.
Lo cierto es que la vida, en general, implica estar sometido a causas continuas de estrés y ansiedad, porque vivir es también descubrir el dolor en ciertos momentos y enfrentarse a la incertidumbre.
El mindfulness nos ayuda a experimentar la condición humana de forma plena y consciente, preparando la mente para estar en calma y con actitud positiva.
¿Qué tienen en común el mindfulness y la terapia Gestalt?
- El aquí y ahora. El estar presente y tener plena presencia en el momento que estamos viviendo. Tomar conciencia de todo lo que estamos viviendo. Las dos ofrecen un camino gradual al despertar de la mente consciente, lo que supone estar atento y despierto ante lo que pasa, ante cómo pasa y ante cómo nos sentimos cuando pasa.
“Estar presente ahora consiste en unir nuestra atención y nuestra conciencia” (Fritz Perls).
- Se da un profundo proceso de introspección tanto en el mindfulness como en la psicoterapia Gestalt para favorecer el crecimiento personal.
- Los dos buscan el bienestar y el cuidado físico y emocional.
- Se basan en la idea del organismo como un todo. El ser humano es el resultado de la unión entre nuestro organismo, nuestra mente consciente y nuestra interacción con el entorno. Pasamos gran parte de nuestra vida “desconectados”, dormidos, incapaces de establecer esta unión.
“Quién no confía en las pistas que le ofrece sus sentidos, su corazón o sus intuiciones no alcanzará esa sabiduría”. Fritz Perls.
- Se trata de prestar atención a las formas de estar en contacto con el “cómo” de los sucesos que ocurren en el presente, clarificando emociones, para regular lo que estamos sintiendo. Si somos conscientes de la conciencia, podemos ser capaces de conocernos a nosotros y de conocer a los otros, de modo que pueda iniciarse un proceso de calma que tenderá a reducir pensamientos recurrentes, las preocupaciones y las emociones difíciles.
- En las dos se busca el “despertar” y tomar conciencia. Prestar atención reduce el automatismo de los pensamientos, nos permite dejar de actuar con el piloto automático, ya que somos capaces de observar lo que está sucediendo a nuestro alrededor y también dentro de nosotros mismos.
- Ambas contemplan las sensaciones, emociones y pensamientos sin juzgarlos, con total aceptación de lo que estamos sintiendo en el momento presente. Lo que podemos esperar del mindfulness mediante la aceptación es la experimentación plena de lo que ocurre y tal y como ocurre. Y al aceptarlo fluimos con la vida sin oponer resistencia. Si los patrones negativos aparecen, simplemente lo aceptamos y los observamos con atención, amabilidad y curiosidad.
La práctica del mindfulness, mediante el programa de 8 sesiones, ha ayudado a millones de personas en todo el mundo a tomar conciencia de cómo se relacionan con el momento presente. Al incentivar su capacidad de atención, momento a momento, son capaces de reducir el estrés, el miedo y la ansiedad que les genera el futuro o la tensión del día a día. El entrenamiento en mindfulness es un proceso gradual que nos ayuda a conocernos y a estar presentes con nosotros mismos.
¿Para qué me va a servir la práctica del mindfulness?
El mindfulness ayuda a cambiar hábitos mentales negativos: preocupación, autocrítica, victimismo, miedo al futuro, etc. A través de la práctica de la atención. Si observamos esos hábitos, los reconocemos, los aceptamos y sustituimos los patrones mentales por unos más positivos.