Agosto está a la vuelta de la esquina y con él llegarán las ansiadas vacaciones para muchos. Se trata de un periodo en el que podemos abstraernos y descansar de los factores estresantes que nos rodean en nuestro día a día.
Las vacaciones refuerzan la autoestima y el autoconcepto, además de prevenir el estrés. Se trata un periodo de descanso que es recomendable utilizar para relajarnos y hacer actividades que nos gusten y para las que normalmente no tengamos tiempo.
Beneficios de las vacaciones
Como comentábamos, las vacaciones sirven para relajarnos. Una correcta relajación repara el organismo de los daños provocados por el estrés y la ansiedad, que generan un aumento de cortisol (aumento de la frecuencia cardiaca y presión).
Por otra parte, el descanso provoca un aumento notable de creatividad, surgiendo en nuestra cabeza nuevas estrategias, ideas o soluciones. El descanso produce un desbloqueo mental que mejora la capacidad de decisión.
Asimismo, el descanso provoca la liberación de endorfinas, estimulándose la presencia de dopamina y serotonina. Esto se traduce en una reducción de ansiedad y pensamientos negativos.
Las vacaciones nos ayudan a mantenernos concentrados. Al volver de las vacaciones aumenta la capacidad de reacción y somos capaces de mantenernos concentrados durante más tiempo.
Consejos para desconectar en vacaciones
Dejar el trabajo cerrado. Antes de irnos de vacaciones, es aconsejable dejar todo el trabajo cerrado y controlado para poder irnos más tranquilos.
No mirar el correo. A veces es difícil desconectar del todo, pero es recomendable no mirar el correo ni estar pendiente del trabajo. Hay a quien le produce más ansiedad no mirar los correos que mirarlos; en estos casos lo recomendable es no mirarlo continuamente, si no en algún momento concreto.
Cambiar la rutina. Para desconectar es fundamental alejarnos de la rutina: hacer cosas que no se hacen normalmente. Asimismo, si por ejemplo madrugas mucho a lo largo del año es importante que puedas dormir más durante tus vacaciones.
Dejar fluir. Debemos disfrutar de las vacaciones sin prisas y sin rigidez. Está bien planear las vacaciones, pero no hay porqué planear cada momento, es mejor tomarse las cosas de forma más relajada y saberque los planes pueden no salir como uno quieren.