Durante todo el año esperamos ansiosos a que llegue el tan deseado verano, pero es precisamente en esta época cuando más discusiones de pareja se producen. Disponemos de más tiempo libre y compartimos muchos más momentos con nuestra pareja, lo que hace que la convivencia se convierta en una verdadera prueba de fuego para la relación.
El verano está cargado de toma de decisiones en un contexto que no suele ser el habitual: el destino de nuestras vacaciones, qué días pedir libres en el trabajo o qué hacer con los niños durante esta época. Toca vivir situaciones que pueden desencadenar en conflicto y en opiniones enfrentadas. A estas circunstancias, se le suma el hecho de que en nuestro día a día no solemos pasar tanto tiempo con nuestras respectivas parejas, bien sea por el trabajo o por las obligaciones que consumen nuestro tiempo libre, y es durante el verano cuando, a raíz de compartir más horas, podemos observar ciertos comportamientos que no nos gustan.
Una buena comunicación
Tener una buena comunicación con tu pareja es esencial, no solamente durante el verano, sino durante todo el año. Expresar nuestros sentimientos, decir cómo nos sentimos y lo que pensamos evitará que los problemas se acrecienten por falta de comunicación entre ambos. Es importante comunicar tanto lo que nos gusta como lo que no para evitar futuras situaciones incómodas en las que se estalle por no haber exteriorizado antes nuestros pensamientos. No conviene olvidar que la base de toda relación se sustenta sobre la tolerancia y el respeto.
Desconectar del trabajo
Uno de los mayores focos de discusión durante esta época es no lograr desconectar del todo de las obligaciones laborales. Durante el verano, se espera estar más relajado y evadido de los problemas a los que nos tenemos que enfrentar en nuestro trabajo. El hecho de que una de las partes de la pareja esté constantemente atendiendo llamadas telefónicas o contestando emails provoca que la otra persona se pueda sentir desatendida.
Momentos de intimidad
Es muy probable que muchas parejas tengan que viajar durante el verano con sus hijos y dedicar gran parte de su atención a ellos. A pesar de esto, hay que lograr encontrar momentos de complicidad e intimidad con tu pareja que hagan salir de vuestra rutina: una buena conversación, un paseo por la playa o actividades al aire libre. Cualquier momento es bueno para reforzar vuestra relación y recuperar el tiempo perdido durante el año.