Después de todo el año esperando que lleguen los meses estivales, por fin está aquí el ansiado verano y, con él, las vacaciones. Cenas con los amigos, paseos, viajes o playa suelen ser las actividades preferidas durante estos meses que nos ayudan a desconectar de nuestra rutina diaria.
El verano es un periodo en el que puedes aprovechar para invertir más tiempo en ti, cuidarte y pasar tiempo con los tuyos, pero, en muchas ocasiones, el deseo de querer abarcar demasiadas actividades puede generar estrés o ansiedad.
¿Es posible tener estrés en verano? La respuesta, por muy sorprendente que parezca, es sí. De ello dependen multitud de factores, entre ellos, la personalidad y carácter de cada persona y la manera de enfrentarse a situaciones de cambio.
Causas del estrés en verano
El verano será, seguramente, la época del año en la que más planes organicemos. Normalmente, queremos aprovechar todas y cada una de las horas del día con buen tiempo para hacer actividades que no podemos realizar durante el resto del año. ¿Cuáles son las situaciones que más estrés generan durante el verano?
- Organizar los viajes. Comprar los billetes de avión, reservar los hoteles, organizar las rutas… Son muchas las personas que se agobian durante el proceso de planificar las vacaciones ya que quieren dejar todo organizado adecuadamente.
- Lidiar con las vacaciones de los niños. Los niños han terminado el colegio y tienen muchas semanas de tiempo libre por delante mientras los padres tienen que seguir acudiendo a trabajar. Encontrar a alguien que pueda hacerse cargo de ellos puede suponer un problema para algunos papás.
- Jornadas laborales reducidas. Algunas empresas apuestan por reducir el número de horas trabajadas durante los meses de verano. Lo que para muchos puede suponer un alivio porque disponen de más tiempo para su ocio y tiempo libre, para otros puede generar estrés al disponer de menos tiempo para terminar todo lo que tienen pendiente.
Consejos para pasar un verano sin estrés
- Aprovecha el verano para realizar alguna actividad que favorezca la relajación, como unos minutos de meditación antes de acostarte o ejercicios de respiración controlada.
- Fija unos horarios de descanso y duerme las horas necesarias por la noche. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
- En verano, descansa. Desconecta de dispositivos electrónicos como móviles u ordenadores.
- Gestiona tu tiempo adecuadamente. No te dejes llevar por el estrés del momento, y organiza mentalmente qué actividades tienes por delante y cuánto tiempo dispones para cada una.
- Procura escuchar de manera activa y hablar con otras personas ante una situación de ansiedad.
- Aprovecha para realizar actividades que te gusten. No hay mejor forma de relajarse que disfrutar de tus aficiones.