En la Comunidad de Madrid existen innumerables lugares donde podemos disfrutar de la naturaleza y el agua, lugares muy refrescantes, ideales para refugiarse en estos calurosos días de verano.
Si te quedas en verano en Madrid, hay que aprovechar para salir de casa y conocer entornos rurales porque, además del placer de disfrutarlos, numerosos estudios han indicado que el contacto con la naturaleza provoca efectos muy positivos para nuestra salud tanto física como mental. De hecho, se ha demostrado que las personas que acostumbran a disfrutar del entorno natural se sienten con mayor vitalidad y este sentimiento, a su vez, les hace ser más resistentes a enfermedades físicas. Incluso, varios expertos defienden que la gente es más solidaria y generosa cuando se expone a la naturaleza.
Así que en Psicoterapia La Sal hemos hecho una selección de nuestros sitios favoritos para que huyamos del asfalto de la ciudad y cuidemos nuestra salud física y emocional.
Buitrago de Lozoya
En la sierra Guadarrama, a 74 km del centro de Madrid, se encuentra un precioso pueblo típico de la zona, Buitrago de Lozoya, la única población madrileña que conserva completo su recinto fortificado: una muralla de más de 800 metros de largo y 9 metros de altura. Esta joya de la arquitectura data del siglo XII y fue construido por los musulmanes.
Buitrago de Lozoya está rodeado por el río Lozoya, lo que le hace todavía más apetecible para perderse por sus refrescantes y pacíficos parajes en verano y practicar deportes de aventura como piragüismo.
Río Lozoya, foto de Ángel López de León.
En Buitrago de Lozoya se encuentra también el embalse Riosequillo, donde el Canal de Isabel II creó, en su orilla derecha, una de las piscinas de agua natural más grande no solo de la Comunidad de Madrid, sino de España, ya que tiene una extensión de 4.500 metros cuadrados de superficie y una capacidad para 2.000 personas.
Rascafría
A unos 95 kilómetros de Madrid, en la misma sierra de Guadarrama, se encuentra otro de los lugares más recomendables de la Comunidad de Madrid para visitar en verano, pues en estas latitudes se encuentran las piscinas naturales Las Presillas, en el municipio de Rascafría, desde donde se observa el Pico Peñalara, el más alto de esta sierra.
Por esta zona son famosas algunas rutas de senderismo como la de Las Cascadas del Purgatorio, donde podemos deleitarnos con un conjunto de cascadas pertenecientes al arroyo de Aguilón, uno de los afluentes más caudalosos del río Lozoya.
Foto 2: Arroyo de la Angostura, foto de Víctor M. Chacón (Flickr)
También en Rascafría, se encuentra el Monasterio de Santa María de El Paular, un antiguo monasterio cartujo fundado por cinco monjes pobres en el siglo XIV, con un estilo arquitectónico gótico y mudéjar. Actualmente, es una abadía benedictina y puede ser visitada, con la guía de uno de sus monjes.
Pantano de San Juan
Foto 3: Pantano San Juan, foto de Patricia Valero (Flickr)
En la zona suroeste de Madrid, en los aledaños de San Martín de Valdeiglesias, se sitúa el pantano de San Juan.
Se construyó en 1955 para abastecer de agua y electricidad a la zona del suroeste de la Comunidad de Madrid, pero ahora es conocido por atraer a multitud de madrileños para disfrutar de sus 14 kilómetros de playa de agua dulce.
Además, se pueden practicar diversos deportes náuticos como el piragüismo, el surf o el esquí acuático.
La Charca Verde
Otra zona muy recomendable para darse un baño en verano en las aguas tibias y frescas del río Manzanares es la conocida como Charca Verde, en La Pedriza, en la vertiente sur de la sierra de Guadarrama.
Foto 4: La Charca Verde, foto de Roman Santos (Flickr)
Se accede a la Charca Verde desde el área recreativa del Canto Cochino, donde hay un parking con capacidad para unos 250 automóviles. Desde este punto, se tardan unos 30 minutos caminando hasta esta piscina, que se caracteriza por su agua verde esmeralda, y por ser de las pozas más grandes de la zona con 15 metros de diámetro.
La Pedriza pertenece al municipio de Manzanares el Real, donde se encuentra su famoso castillo gótico, construido a finales del siglo XV, que fue concebido como un palacio, desde el que se pueden observar unas maravillosas vistas del embalse de Santillana.
Además, desde esta población surgen multitud de rutas de senderismo como la llamada Senda de los Elefantes, donde podremos contemplar rocas que nos harán imaginar no solo elefantes, sino también mujeres, cocodrilos o guerreros. Otros caminos muy recomendables son el del Puente de los Pollos o el Cáliz.
Psicoterapia La Sal espera que disfrutes de estos entornos naturales, cerca de Madrid este verano, porque como dice el psicólogo y profesor de la Universidad de Rochester, Richard Ryan, “la naturaleza es combustible para el alma”.