La adolescencia es una edad muy complicada, tanto para el joven que está experimentando una gran cantidad de cambios que no sabe controlar, como para los padres y adultos que le rodean.
La adolescencia es el período de desarrollo moral y personal del ser humano, y también la época en la que se viven más angustias y conflictos.
En la adolescencia es común la aparición de ciertos problemas psicológicos que son más o menos graves según el trastorno del que se trate.
¿Cuáles son los problemas más habituales en la adolescencia?
- Trastornos emocionales
- Trastornos alimenticios
- Crisis de la adolescencia (aislamiento, agresividad, rebeldía…)
- Trastornos por “adicciones” a las drogas, el alcohol o al juego
- Conflictos por el mal uso de la internet y las redes sociales
- Déficit de atención, problemas escolares
Dentro de los trastornos del ánimo, los más habituales son aquellos provocados por la ansiedad, el estrés, la depresión o la agresividad.
Los adolescentes pueden acumular mucho estrés por problemas en el instituto, discusiones con los padres, relaciones personales, dificultades de integración… Este estrés puede desembocar en ansiedad o depresión.
Asimismo, los jóvenes con ansiedad suelen ser más inseguros, no confían en sí mismos y viven con más miedo. La ansiedad, si en vez de ser algo puntual, se alarga en el tiempo puede convertirse en un estado de depresión.
Algunos jóvenes tienden a aislarse de los demás debido a los cambios y las dificultadas que se atraviesan en esta época. Como suele pasar, el aislamiento y la soledad puede provocar tristeza y depresión.
Los trastornos de alimentación también pueden ser habituales en algunos jóvenes, siendo la anorexia y la bulimia los más comunes. El peso se transforma en una obsesión y esta obsesión por estar delgado crea importantes problemas de salud.
Cuando se sospecha que un adolescente puede atravesar por una de estas situaciones, es importante acudir a especialistas que trabajan este tema psicológica y emocionalmente.
Si su hijo tiene alguno de estos trastornos que hemos comentado, es importante tratarlo con comprensión y paciencia. Hay que centrarse en encontrar soluciones eficaces y acudir a un experto que pueda ayudarnos en este proceso, como, por ejemplo, a través de la Psicoterpía Sistémica.
No dude en ponerse en contacto con nosotros para tratar estos conflictos a través de sesiones de Terapia de Familia en Madrid.