Y tú… ¿Tienes conciencia de tu diálogo interior?

A menudo, el diálogo poco cariñoso o poco afectivo conmigo mismo/a no es un hecho aislado, y son muchos los casos en que esta comunicación negativa hacia mí mismo se acompaña de otros comportamientos igualmente negativos, como pueden ser no cuidarme físicamente, no priorizar, no priorizar nunca mis deseos frente a los demás o no dedicarme el tiempo necesario, el que cualquier ser humano necesita. Todo ellos es expresión de un problema de base: no quererme a mí mismo/a.

Es necesario querernos para querer a los demás. Y es expresión de que nos queremos no sólo el hecho de darnos mensajes de aprecio, sino también hacer cada día cosas concretas que lo demuestren. Empecemos queriéndonos nosotros/as y estaremos abriendo el camino para que nuestros comportamientos para con nosotros/as se traduzcan en iguales comportamientos hacia los/as demás.

No intentemos hacer con los/as demás o pensar de los/as demás lo que no hacemos con nosotros/as o no pensamos de nosotros/as, porque el esfuerzo, además de agotador, resultara frustrante… ¿cómo podemos dejar de exigir a los/as demás lo que nos exigiríamos son duda a nosotros/as? ¿Cómo podemos perdonar a los/as demás lo que no nos perdonaríamos jamás nosotros/as?

Tomar consciencia de nuestro diálogo interior es la base del cambio en nuestra comunicación.

la foto

Fuente: El país.

Logotipo Europsy Logotipo FEAP