Cómo superar las pérdidas

Separador en forma de ola

Las pérdidas forman parte inevitable de la vida y pueden manifestarse de diversas formas, como la muerte de un ser querido, la ruptura de una relación, la pérdida de un trabajo o un cambio radical en la vida. Comprender cómo superar las pérdidas no es sencillo, ya que implica un proceso emocional profundo y personal, donde cada individuo reacciona de manera distinta.

Por ese motivo, desde nuestro centro de psicoterapia en Madrid proponemos conocer el proceso del duelo, desde la perspectiva de la Terapia Gestalt, para entendernos mejor y poder vivirlo de la mejor forma posible.

Entender el duelo

Como nos explica la psicoterapeuta de la Gestalt Carmen Martín Bandín en su artículo Espérame en el cielo.  El proceso de duelo según la terapia Gestalt, coloquialmente, el duelo -del latín dolus (dolor)- se entiende como el proceso psicológico para elaborar la pérdida de un “objeto” significativamente emocional para alguien.

Si partimos de que para la Terapia Gestalt: “Toda función humana es una interacción en un campo organismo-entorno sociocultural, animal y físico”, la pérdida es un desequilibrio en la autorregulación del campo organismo-entorno, y, por lo tanto, este proceso de duelo es la restauración de ese equilibrio.

Consejos sobre cómo superar las pérdidas

Los terapeutas del duelo William Worden y Therese Rando han definido algunas de las tareas que los individuos deben realizar para asimilar y superar las pérdidas.

Son desafíos que cada persona debe afrontar, a su manera, dependiendo de sus recursos y la naturaleza de la pérdida, ya que las pérdidas significativas vuelven una y otra vez en las etapas posteriores del viaje de la vida.

Reconocer la realidad de la pérdida.

Esta tarea a priori tan obvia, implica una gran carga de intensidad emocional, ya que el reconocerla es el comienzo de ser conscientes del daño sufrido, de la ausencia de la persona querida y de la desaparición del rol que definía nuestra identidad.

Este proceso es mucho más difícil cuando nuestro ser querido está “presente físicamente pero ausente psicológicamente” (demencias progresivas) o “presente psicológicamente pero ausente físicamente” (desapariciones), porque si dejamos de tener esperanza de encontrar una cura o de volver a estar con nuestro ser querido podemos tener la sensación de que lo estamos abandonando.

¿Cómo ayudar a superar las pérdidas de los niños? A los niños que sufren pérdidas, en lugar de protegerlos, es recomendable explicarles la realidad, ya que si no es así, corremos el riesgo de aislarle en su duelo y de complicar su adaptación posterior. Además, debemos demostrarles que los mayores les seguimos queriendo y que siguen siendo importantes para nosotros.

Abrirse al dolor

Si nos centramos sin tregua al dolor de la pérdida, puede pasarnos lo mismo que si mirásemos fijamente al sol; que podemos lastimarnos los ojos si no retiramos la mirada. En la elaboración de duelo es recomendable alternar la atención a los sentimientos de tristeza, desolación y ansiedad con otros más positivos, ya que debemos descansar de la intensa angustia que acompaña la elaboración de duelo.

Revisar nuestro mundo de significados

Solemos culparnos por no haber previsto y evitado la pérdida. Estas situaciones despiertan una autocrítica depresiva que puede ser más fácil de aceptar que el abandono de la creencia de que tenemos el poder de controlar los aspectos más importantes de nuestras vidas.

Reconstruir la relación con lo que se ha perdido

¿Cómo superar la pérdida si sigo teniendo cosas que me recuerdan a esa persona?

Las personas que han perdido a alguien perciben su presencia en los dos años siguientes a la pérdida. Los objetos de la persona fallecida debemos conservarlos para seguir teniendo vinculación con ella.

En el caso de una separación de la pareja es aconsejable no deshacerse de ellos inmediatamente, sino ocultarlos y revisarlos en un futuro cuando la elaboración del duelo requiera asumir una nueva perspectiva.

Reinventarnos a nosotros mismos.

Una parte de nosotros muere cuando perdemos a un ser querido. Construimos nuestra identidad alrededor de personas importantes, por ello la pérdida de estas personas genera un vacío en nosotros mismos. Entonces, ¿cómo podemos superar las pérdidas de personas tan cercanas?

Tenemos que asumir que nunca volveremos a ser nuestro antiguo yo después de una pérdida importante, así que no nos queda otro camino que construirnos una identidad que encaje con el nuevo rol.

Si nos apartamos del conflicto, si negamos la pérdida, si anulamos y bloqueamos nuestros sentimientos de tristeza, dejamos de hacer frente al dolor y a la confusión, se acabará el sufrimiento, pero el duelo quedará sin resolver y pasará a ser un asunto inconcluso que tarde o temprano pasará su factura.

En ocasiones, cuando nos cuesta demasiado asimilar esta experiencia de pérdida es recomendable buscar ayuda externa.

Según comenta Martín Bandín, el terapeuta gestáltico puede colaborar en gran medida en la superación del proceso del duelo. Y es que las características de la Terapia Gestalt como “la observación de lo que ocurre en el aquí y ahora, la no interpretación, el apoyo a las interrupciones del contacto, la relación que, por definición, es dialogal, del “yo” al “tú”, la creencia en la autorregulación organísmica, la concepción holística del ser humano” son elementos básicos cuando se acompaña a una persona en duelo.