¿Cuáles son las etapas del duelo?

Separador en forma de ola

Hablar de duelo es hablar de pérdida, pero también de amor y ternura. Las personas necesitamos vínculos emocionales y conexiones significativas con otras personas para crecer y vivir. Pero es nuestra propia condición humana, la misma que nos impulsa a forjar estos vínculos, la que impide su perpetuidad.

Cuando perdemos a alguien es habitual atravesar una serie de procesos que se conocen como etapas del duelo. Estas fases no necesariamente tendrán un orden lineal, pero conocer las etapas del duelo puede ayudarnos a entender qué caminos se presentan ante nosotros en este momento vital, e incluso facilitarnos su transición.

Si crees que necesitas ayuda profesional para superar el duelo, en nuestro centro en Embajadores (Madrid) realizamos terapia de duelo grupal.Este taller se basa en el acompañamiento y el apoyo mutuo de personas que están pasando por la misma situación de pérdida.

¿Por qué atravesamos estas etapas del duelo?

Las personas somos seres emocionales, pero también racionales. Construimos nuestra visión de la realidad en base a estímulos externos y a miles de factores distintos que modelan nuestra forma de pensar, sentir y actuar a lo largo de nuestra vida.

El duelo es una respuesta natural ante la pérdida y es universal pues, aunque cada persona lo viva de una forma distinta, este sentimiento prevalece siempre que se rompe un vínculo con alguien importante para nosotros.

Es este carácter universal lo que ha permitido a los psicólogos desarrollar modelos sobre cuáles son las etapas del duelo y qué tareas podemos llevar a cabo para superarlas.

Cuáles son las 5 etapas del duelo

La psicóloga Elisabeth Kübler-Ross identificó “Cinco Etapas del Duelo”.

Como cada proceso es particular, no todas las personas tienen por qué atravesar todas las etapas del duelo ni hacerlo en el mismo orden, pero enunciarlas resulta útil para conocer los procesos cognitivos que suelen manifestarse en las personas que viven un duelo.

Sin embargo, otros psicólogos, como William Worden o Alba Payás, prefieren hablar en términos de «tareas del duelo«, porque perciben que de esta forma se otorga un papel más activo a la persona que vive este proceso. Ambas posturas coinciden en un punto fundamental: la ausencia de un orden secuencial en las etapas del duelo y en cómo superarlas.

1. Negación (implícita o explícita) de la pérdida.

La negación es la primera etapa del duelo, por lo que es una respuesta inicial de choque, donde la persona no logra asimilar la realidad de la pérdida. Este mecanismo de defensa funciona como un amortiguador para reducir el impacto emocional inmediato. Se puede experimentar una sensación de incredulidad, como si lo sucedido fuera irreal o un mal sueño.

Consejos para superar esta etapa del duelo:

  • Permítete sentir: Es importante no reprimir las emociones, aunque parezcan dolorosas. Reconocer el dolor, su forma y su color en todos los planos de nuestra vida.
  • Expresar las emociones que estamos sintiendo, con el objetivo de evitar el bloqueo vital y el estancamiento emocional.
  • Tiempo y paciencia: No fuerces el proceso. Cada persona necesita su tiempo para aceptar lo que ha ocurrido.

2. Ira y frustración

A medida que la realidad se hace más clara, surge la ira. La persona puede sentir enfado hacia la situación, consigo misma, o incluso con aquellos que rodean el evento, incluidos seres queridos, médicos o hasta con la persona fallecida. La frustración por no poder controlar lo ocurrido suele ser abrumadora, y la sensación de injusticia puede intensificar el enfado.

Cómo superar esta etapa del duelo:

  • Expresión saludable: Encuentra maneras de canalizar tu ira de manera constructiva, como practicar deportes, escribir un diario o hacer ejercicios de respiración.
  • Reflexión: Pregúntate qué emociones subyacen tras la ira (por ejemplo, el miedo o la tristeza). Esto te ayudará a comprender mejor tus sentimientos.
  • No te aísles: Acepta el apoyo de las personas que están dispuestas a ayudarte. Hablar sobre tu enojo sin juzgarlo es crucial para manejarlo.

3. Negociación de la realidad que se vive.

En esta fase, la persona puede intentar negociar con la vida o con una "fuerza superior" en un intento de revertir la pérdida o aliviar el dolor. Los pensamientos como "si tan solo hubiera hecho esto de otra manera" o "¿qué hubiera pasado si…?" son comunes. Se trata de una etapa donde la culpa y el remordimiento pueden aparecer.

Cómo superarla:

  • Reconoce que la culpa es parte del proceso: La auto-recriminación es común, pero es esencial entender que no se puede cambiar el pasado. La aceptación llega con el tiempo.
  • Practica la auto-compasión: En lugar de culparte, sé amable contigo mismo. Comprende que hiciste lo mejor que pudiste con la información y los recursos que tenías en ese momento.
  • Concéntrate en lo que puedes controlar: En lugar de enfocarte en los "qué hubiera pasado si", trata de centrarte en lo que puedes hacer para cuidar de ti mismo en el presente.

4. Dolor emocional

Durante esta etapa del duelo, la tristeza profunda y el vacío se apoderan de la persona. A menudo, es cuando el impacto de la pérdida se siente de forma más intensa. La persona puede experimentar una falta de energía, interés en actividades o aislamiento social. Es una fase en la que el duelo se vive de manera más interna y emocional.

Tareas para superar esta etapa del duelo:

  • Crea una red de apoyo: Rodearte de personas que te brinden cariño y comprensión puede ayudarte a sobrellevar este período. Un grupo de apoyo o la ayuda de un profesional también pueden ser valiosos.
  • Pequeñas acciones: Aunque no tengas mucha energía, intenta realizar pequeñas actividades cotidianas que puedan ayudarte a mantenerte activo y conectado con la vida.

5. Aceptación de la pérdida y de la necesidad de aprender a vivir en esta «nueva versión de la realidad».

La aceptación no significa que la persona se sienta "bien" con la pérdida, sino que ha llegado a un lugar de comprensión y paz con lo ocurrido. Se comienza a adaptar a una nueva realidad, y aunque la tristeza puede persistir, se abre la posibilidad de encontrar nuevos significados y seguir adelante.

Cómo superarla:

  • Reelaborar el vínculo con la persona fallecida. Aferrarse a su recuerdo no tiene por qué ser negativo si reubicamos y reinterpretamos el vínculo existente.
  • Adaptarse a la nueva realidad, evitar aislarse del mundo o dejar de disfrutar de las cosas que nos hacen ser nosotros.

El duelo es un proceso inevitable que sigue a cualquier tipo de pérdida, y aunque es profundamente doloroso, es también una oportunidad para el crecimiento y la transformación personal. Al permitirte vivir cada etapa del duelo de manera plena, y al buscar apoyo cuando lo necesites, puedes encontrar una forma de salir fortalecido y con mayor comprensión de ti mismo y de tu capacidad para seguir adelante.

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