El empleo es la principal fuente de ingresos y el sustento de la mayoría de personas. Necesario para poder sacar adelante una familia y un hogar. Pero no solo eso, el trabajo también es parte fundamental de nuestro bienestar psicológico y social.
Tener un empleo nos impone rutinas y hábitos, nos permite tener contacto con personas ajenas al núcleo familiar o de amistades y crear experiencias nuevas cada día y, además, nos otorga un estatus social.
Cuando por cualquier circunstancia nos quedamos sin empleo, podemos experimentar diferentes repercusiones negativas. Desde la necesidad económica hasta problemas emocionales, psicológicos y sociales.
Según varios estudios, aquellas personas que están en una situación de desempleo tienen más del doble de posibilidades de padecer problemas psicológicos que las personas con empleo. Un 34% de los primeros frente al 16% de los segundos.
El desempleo forzoso provoca reacciones de ansiedad, tensión, estrés, tristeza y preocupación, así como efectos negativos sobre nuestra autoestima e identidad personal.
En nuestro Centro de Psicoterapia realizamos talleres de Orientación Laboral para ayudar a las personas desempleadas o aquellas que quieran cambiar de empleo.
¿Qué puedo hacer si estoy en el paro?
- Toma conciencia de la nueva situación. Tenemos que ser conscientes y evaluar las dificultades a las que nos enfrentamos en el momento actual, pero sin caer en dramatismos.
- Comparte tus emociones. Es importante para los desempleados contar con el apoyo de sus allegados o ayuda profesional para expresar su rabia, impotencia o tristeza. Pero no podemos quedarnos ahí, hay que intentar superar esta situación.
- Realiza una planificación de ingresos y gastos. Hazte un planning cada mes con todos los gastos fijos que tienes y los ingresos que pueden llegar.
- Desarrolla una rutina. Intenta no perder la actividad. Organízate cada día con las diferentes tareas que puedes hacer: búsqueda de empleo, hobbies o cuidar nuestro cuerpo con hábitos saludables.
- Márcate objetivos a corto plazo. En este momento, no conviene tener altas expectativas. Si uno va marcándose pequeñas metas menos ambiciosas, será más fácil conseguir un trabajo.
- Sé proactivo. Apúntate a las agencias de colocación. Aunque hoy en día las bolsas de empleo tienen muchas más demanda que oferta, es necesario estar apuntado en sus listas de solicitantes.
- Confía en ti mismo. Tienes que que potenciar las emociones positivas, celebrando y destacando los pequeños logros que vayas alcanzando, lo que te dará fuerza para seguir adelante.