El miedo a las agujas es un tipo de belonefobia, que consiste en un miedo irracional e incontrolable a estos u otros elementos punzantes que puedan causar una herida con sangre, tales como cuchillos, alfileres, navajas, jeringuillas…
Se puede manifestar en situaciones, digamos, cotidianas y que no suponen ninguna amenaza o escena de riesgo, como pueda ser el hecho de hacerse un análisis de sangre o cuando se observa a alguien que se encuentra cocinando y manipula para ello un cuchillo.
Cuando la fobia es extrema la persona que la sufre no querrá tener contacto con este tipo de objetos y no los tocará bajo ningún concepto.
De este modo, las personas que tienen miedo a las agujas sienten pavor ante el hecho de ir al médico, por ejemplo. La exposición a una inyección o a cualquier instrumento de estas características se convierte para ellos en todo un conflicto.
Síntomas del miedo a las agujas
La belonefobia se manifiesta a través de diferentes síntomas. Puede llegar en forma de sudor en las manos, náuseas, palidez, mareos y llegar a sufrir hasta un desmayo.
Cada persona lo vive de una manera diferente, pudiendo aparecer estas reacciones físicas en el momento de recibir una inyección en el médico o sólo por el simple hecho de ver la aguja, llegando al desvanecimiento únicamente con ver la imagen del elemento que produce la fobia.
Es normal advertir cierto temor cuando alguien nos amenaza con un cuchillo o con un elemento afilado y cortante, pero quienes padecen esta fobia no es que tengan miedo en estas situaciones, sino que los síntomas se manifiestan en escenas de la vida cotidiana donde pueda aparecer un alfiler o un cuchillo. Esto hace que sea complicado, en ocasiones, llevar una rutina normal, puesto que ir al médico o al dentista se convierte en todo un suplicio.
También es complicado para aquellas mujeres embarazadas que tienen miedo a las agujas y necesitan ser anestesiadas en el momento de dar a luz.