Origen del COVID-19
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el brote del coronavirus 2019 (COVID-19) como una pandemia. Cuando hablamos de pandemia, nos referimos a una enfermedad epidémica que se extiende en distintos países del mundo de manera simultánea. Es normal que en una situación de pandemia las personas se puedan sentir estresadas y preocupadas. En este momento, el COVID-19 suma decenas de miles de personas contagiadas en todo el mundo.
El COVID-19 se originó en Wuhan, en diciembre de 2019. Aunque no se ha podido saber con certeza cuál ha sido la fuente exacta del virus, se sospecha que el brote se originó en un mercado de Wuhan en el que se realizaban «transacciones ilegales de animales salvajes» y que el virus se transmitió de un animal a un humano.
Debido al incremento de casos de personas con COVID-19 en España, el gobierno decretó el estado de alarma y con ello, primeramente, dos semanas de cuarentena y después amplió dos semanas más.
La cuarentena es la separación y restricción del movimiento de personas que han estado expuestas a una enfermedad contagiosa y su fin es determinar si se sienten mal, con la cuarentena reducimos el riesgo de que se infecten otras personas. La palabra cuarentena se usó por primera vez en Venecia, en épocas de la lepra, aunque no fue hasta más tarde cuando el Reino Unido comenzó a obligar hacer cuarentena en periodos de peste.
Actualmente, la cuarentena se ha utilizado en el brote de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).
La cuarentena y su relación con la salud mental
Hay personas que tienen unas circunstancias que, en periodos de cuarentena, les crean más problemas psicosociales, como son:
- Las personas drogodependientes
- Personas que viven en la calle
- Las que tienen movilidad reducida
- Personas que no tienen medios para tener una comunicación activa
- Aquellas que no tienen recursos personales para entretenerse
- Las que no saben acceder a las tecnologías
- Personas que viven en una situación de violencia o aislamiento
- Aquellas que tienen dificultad para entender el estado de alarma
- Las que están obligadas a acudir a trabajar
- Las que tienen que vivir con una persona violenta
- Personas menores o dependientes a cargo.
- Aquellas que se encuentran en una soledad no deseada y sin de redes de apoyo.
- Las personas que han perdido su puesto de trabajo
- Personas que tienen una precariedad económica
¿Durante el periodo de cuarentena y aislamiento que puedo sentir?
- Estrés
- Miedo a enfermarme y/o morir
- Miedo de ir al centro de salud si me encuentro mal por temor a infectarme
- Ansiedad por no poder trabajar durante el periodo de cuarentena
- Preocupación por no estar teniendo ingresos y por la posibilidad de ser despedido/a del trabajo
- Preocupación por la posibilidad de ser excluido/a socialmente por estar en cuarentena
- Sentimiento de incapacidad por no poder proteger a nuestros seres queridos, y tener miedo a perderlos
¿Cuáles son los estresores específicos del Covid-19 y cómo nos puede afectar?
- El riesgo de ser contagiado/a y contagiar a otros/as.
- Tener fiebre, tos, dolor de cuerpo, dolor de cabeza y confundirlos con COVID-19 y tener miedo de haber sido contagiado/a sin estarlo.
- La preocupación ante la suspensión de clases y necesidad de dejar en casa a los niños y niñas, sin la compañía y apoyos adecuados o no saber que hacer con ellos/as
- La preocupación por el empeoramiento físico y mental de las personas vulnerables que puedan depender de nosotros/as como son las personas mayores o las personas con discapacidad.
- También podemos encontrar ante esta situación formas de afrontamiento y resiliencia.
¿Qué actividades se están llevando a cabo para la prevención de las consecuencias emocionales que puede tener la situación actual de emergencia?
Intervenciones en Salud Mental
- Atención psicológica
- Atender a las personas con síntomas psiquiátricos previos o de nueva aparición, teniendo en cuenta la parte farmacológica y la psicológica
- Tener planes de actuación ante esta situación compleja, teniendo en cuenta a las personas con trastorno mental grave, o para niños/as y adolescentes.
¿Qué podemos tener en cuenta?
- El COVID-19 ya está presente en muchos países del mundo. Entre todas y todos podemos ayudar a reducir los riesgos a nivel individual, familiar, comunitario o social.
- Es importante no referirnos a las personas que están sufriendo la enfermedad como “víctimas” o “enfermas”. Estas personas están en tratamiento y se están recuperando de COVID-19”. Una vez se hayan recuperado, podrán continuar con su vida.
Es importante que separemos a la persona de una identidad definida por COVID-19, esto ayudará a reducir el estigma.
- Tenemos que protegernos y si está en nuestras manos, intentar ayudar a aquellas personas de nuestro entorno que nos necesiten esto ayudar a crear solidaridad.
- Valorar el trabajo de quienes están cuidan a las personas que lo necesitan y valorar a los trabajadores y trabajadoras de la salud que se ocupan de las personas con COVID-19 y que se encuentran en estos momentos en una situación de estrés tan grande.
¿Qué tener en cuenta con respecto a los niños y niñas?
Es importante hablar con ellos/as sobre lo que está pasando y responder a sus preguntas de manera clara y sencilla.
En un momento como este, es normal que los niños y las niñas estén más apegados y demandantes hacia sus padres por el miedo y la ansiedad que puede crear la situación, por eso es importante escúchales y sostener sus emociones para poder transmitirles tranquilidad y seguridad, mantener en lo posible sus rutinas, tener cuidado con las noticias que ven y con el acceso a las redes sociales, llevar a cabo las medidas propuestas de autoprotección como son el lavado de manos con agua y jabón, cubrirse con el antebrazo al toser y estornudar.