La música, por lo general, nos gusta. Nos acompaña cuando estamos tristes o nos motiva cuando queremos hacer una tarea. Nos sumergimos en ella en muchísimos momentos de nuestra vida. La música por sí sola no cura. Pero a través de ella las personas que acceden a tratamientos de musicoterapia pueden hacer disminuir los síntomas de diferentes patologías gracias a los beneficios que reporta.
La música incide directamente en nuestro estado de ánimo, pero también influye en cómo se comporta nuestra presión arterial y en la frecuencia cardíaca.
Un estudio elaborado en la universidad de Jyväskylä, en Finlandia, ha determinado que el ritmo y el tono de la música afecta de manera directa a la zona límbica del cerebro, aquella en la que se producen nuestras emociones. Igualmente, se observó en esta investigación que el timbre de una determinada melodía se asocia con el hecho de que se active una red neuronal responsable de la actividad del cerebro cuando se encuentra en reposo y que está relacionada con la creatividad y la divagación.
De este modo, la musicoterapia hace uso de la música para proporcionar un mayor bienestar en el paciente y mejorar su estado de salud, a través de la estimulación mental con esta experiencia sensorial que activa nuestro cerebro. Y es que no solamente influye en la zona límbica, si no que también tiene efectos en las partes físicas y cognitivas. Por eso, tras diferentes investigaciones llevadas a cabo, se ha concluido que es una terapia apropiada para la educación, la rehabilitación y para mejorar el bienestar de los pacientes.
La música se utiliza, de este modo, con el objetivo de incrementar la calidad de vida de una persona o para tratar patologías, y lo hace de dos formas: una activa, a través del hecho de tocar un instrumento, cantar, etc y una receptiva, para inducir estados de relajación a través de su escucha.
Beneficios de la musicoterapia
A todos nos gusta la música y, por este motivo, la musicoterapia es apropiada para varios tipos de pacientes. Se puede utilizar en adultos con adicciones, que padecen algún daño cerebral, una discapacidad, enfermedades degenerativas, dolor crónico, etc. Del mismo modo en adultos sanos pero con problemas de estrés, ansiedad, falta de autoestima, en mujeres embarazadas… y en niños con autismo, problemas de conducta, dificultades de aprendizaje o solidificación o con enfermedades que llevan asociadas un tratamiento largo.
Pero, ¿cuáles son los beneficios de la musicoterapia?
- Modifica el estado de ánimo de manera positiva.
- Ayuda a recuperar el control que se haya podido perder a través de la rutina del día a día.
- Disminuye el estrés y la ansiedad.
- Nos ayuda a socializar mejor con el entorno.
- Aumenta la capacidad resolutiva.
- Mejora el estado de ánimo en personas que sufren algún tipo de enfermedad degenerativa.
- En los niños, contribuye a mejorar las dificultades de aprendizaje y problemas de conducta.
- Mejora su autoestima y la socialización con el entorno.
La musicoterapia trabaja en las áreas sensoriales para mejorar la respuesta que se produce hacia ciertos estímulos; motrices como la movilidad, la coordinación y el equilibrio, y cognitivos, relacionados con la atención, la memoria, la imaginación y el aprendizaje. Finalmente, tiene efecto sobre la inteligencia y las emociones.
Para qué se utiliza la musicoterapia
La música tiene acción sedante. No en vano, las madres tranquilizan a sus hijos con canciones de cuna cuando quieren que se duerman, por eso el cerebro de los más pequeños es muy receptivo a todos sus beneficios. Responden enseguida a los estímulos, puesto que además de calmarse bailan y se mueven cuando la escuchan, desde muy pequeñitos. Se convierte, por todo ello, en una buenísima herramienta en su educación. Favorece el aprendizaje y ayuda a memorizar.
Por otro lado, la musicoterapia se emplea en tratamientos de personas que, por ejemplo, han sufrido un infarto cerebral y necesitan recuperar movilidad. Esto se debe a que la música tiene un efecto en el sistema motor que hace que nos movamos de una manera natural, instintiva.
La música provoca en nosotros unas reacciones físicas muy interesantes. Puede aumentar la frecuencia cardíaca, la respiración se acelera, es como si la sintieras en tu interior de una forma física. Por este motivo, la musicoterapia hace uso de esas reacciones como estímulo para personas que se encuentran en coma o para quienes necesitan una relajación extra.
Las emociones y la música van siempre unidas. Puede hacer que nos sintamos ilusionados, tristes, alegres, eufóricos… Por eso, la musicoterapia es muy útil para que los terapeutas consigan acceder hasta las emociones de sus pacientes.
La música acompaña, nos hace sentir, nos estimula o relaja, nos ayuda a crear. La musicoterapia hace uso de todo aquello que provoca en nosotros para solucionar problemas, tratar patologías y lograr así mejorar la calidad de vida de los pacientes.