Cuando los pensamientos y las emociones circulan con libre albedrío y sin orden alguno, la escritura puede ser una excelente aliada para tendernos la mano y evitar que nos perdamos en ellos. La escritura terapéutica consiste en trasladar al papel lo que es etéreo; nos sirve para dar forma a un pensamiento y atribuirle un significado conocido.
Así, poniendo nombre a lo que sentimos, podemos procesarlo y encontrarle sentido con mayor facilidad.
La escritura terapéutica constituye un medio de expresión y de exploración personal. ¿Lo mejor? No es necesario tener unas dotes innatas de escritor para poder beneficiarte de esta herramienta. Solo necesitas papel, un bolígrafo y la intención honesta de querer entenderte y organizar tu mente.
El poder de las palabras para comprender y gestionar las emociones
En nuestro día a día estamos limitados por el lenguaje. Utilizamos las palabras que conocemos para categorizar y expresar sensaciones, vivencias e ideas. Pero cuando experimentamos una emoción compleja podemos llegar a bloquearnos. Al no ser capaces de asignarle un nombre conocido, nos invade una sensación extraña que nos dificulta determinar cómo nos sentimos.
Sin embargo, las palabras tienen un poder que traspasa las fronteras de lo real. Hay emociones a medio camino entre la tristeza y la culpa, entre la vergüenza y la inseguridad, entre la decepción y la frustración… Y a través de la escritura terapéutica podemos tomar consciencia de ellas, darles forma y acercarnos a describirlas. Podemos traducirlas a un lenguaje conocido que nos ayude a entenderlas y a lidiar con ellas para sentirnos mejor.
Escritura terapéutica, ¿cómo empezar?
- El primer paso es no temer a la hoja en blanco. La escritura automática puede ayudarnos a desbloquear ideas en las que quizás no habríamos pensado de forma consciente, pero que configuran nuestra forma de ser y reaccionar ante la vida.
- Intenta mantenerte concentrado. Encuentra un lugar en el que te sientas cómodo o escucha música si te ayuda a relajarte. Al escribir, es importante estar presentes, como cuando se practica mindfulness. La escritura terapéutica es una forma de conectar nuestras ideas y facilitar el encuentro con uno mismo
- No busques escribir algo bonito; no se trata de impresionar a nadie, sino de transcribir tus pensamientos de forma sincera y sin filtros.
- Desahógate. Interioriza que nadie va a juzgarte por lo que pienses o escribas. Estás escribiendo solo para ti.
Con la escritura terapéutica podemos tratar de encontrarle un sentido al caos que domina nuestra cabeza, reducir la carga mental y, sobre todo, conocernos mejor, algo fundamental cuando estamos aprendiendo a gestionar nuestras emociones.
Si necesitas ayuda o te interesa este método, pero no sabes por dónde empezar, ¡consúltanos! En nuestro centro de psicología y psicoterapia en Madrid, zona Delicias-Embajadores, contamos con especialistas en distintas técnicas terapéuticas que pueden ayudarte a sentirte mejor.