La realidad es como un canal de radio que las personas tenemos sintonizado de forma automática. En ocasiones bajamos el volumen o incluso lo subimos en exceso, y hay quienes escuchan y transmiten la información con interferencias, como si se encontraran en otra radiofrecuencia como consecuencia de sus experiencias o de sus condiciones psicológicas.
La idealización de uno mismo y el desprecio hacia las ideas de los demás son dos de los rasgos que caracterizan a la banda de frecuencia en la que se mueven las personas narcisistas.
El narcisista vive convencido de que es especial y superior a todos los que le rodean, pero al mismo tiempo tiene una dimensión que es presa de la desesperación, depresión y vacío existencial.
Tanto para los narcisistas como para las personas que les rodean, la relación terapéutica puede jugar un papel fundamental.
La aproximación al narcisismo desde la psicoterapia Gestalt consiste en incrementar el potencial humano, mejorando la capacidad empática y co-creando un apego seguro, que es la base de la confianza y las interacciones humanas saludables.
¿Cómo podemos identificar a una persona narcisista?
A menudo tienden a confundirse los términos ególatra y narcisista. Ambos conceptos nos sirven para designar a una persona muy centrada en sí misma; pero mientras el egocentrismo es simplemente una forma de pensar caracterizada por priorizar el “yo” ante los otros de forma general, el narcisismo es un rasgo psicológico de personas que tienen aires de grandiosidad y a menudo manipulan a los demás, con el objetivo de retroalimentar la imagen distorsionada que han creado de sí mismos.
Estos son algunos de los rasgos principales que caracterizan a una persona narcisista:
- Tienen una idea inflada de su propia personalidad y forma de ser, lo que les hace comportarse con una actitud soberbia y arrogante.
- Carecen de empatía y persiguen sus objetivos sin preocuparse por las emociones o necesidades de los demás.
- Si muestran preocupación, suele ser fingida: desarrollan estrategias manipulativas para lograr obtener sus fines.
- Necesidad de atención, admiración y validación externa constante. Requiere valoraciones que se ajusten a la autoimagen que ella misma ha construido.
Qué hace que una persona sea narcisista
Aunque existen diversas teorías sobre los orígenes del narcisismo, muchas coinciden en que los primeros años de vida son clave a la hora de marcar la forma que desarrolla el niño de percibir el mundo, así como la relación con sus padres.
Cuando hablamos de la teoría del apego vimos que solo un apego seguro puede cimentar relaciones saludables sólidas. Generalmente, una persona narcisista se habrá visto envuelta en un intercambio de roles durante su infancia, en el que las figuras paternas se comportan de forma infantil y se espera del niño que actúe y reaccione de forma adulta.
Este “juego de interacciones alteradas” provoca que el niño crezca descuidando o incluso no reconociendo sus propias necesidades. Así termina negándose a sí mismo y desarrollando esa incoherencia estructural que va a abrazar el narcisismo como mecanismo de defensa.
El narcisismo en la actualidad y enfoque desde la terapia Gestalt
El término narcisismo tiene su origen en el Mito de Narciso. Según la historia, Narciso era un joven soberbio y conquistador que, al verse reflejado en el agua, se enamoró de su propia imagen y terminó muriendo por la desazón de no poder estar con su nuevo amor.
El Mito de Narciso refleja las dos versiones de sí mismos con las que conviven las personas narcisistas: la grandiosidad, pero también la deflación y la inseguridad. La incoherencia personal que percibe le impide crear relaciones sólidas y tener dificultad a la hora de presentarse a los demás.
Hay quienes afirman que las redes sociales han potenciado el desarrollo de personas narcisistas. Sin embargo, lo que ocurre es que ahora tenemos más formas de recibir validación externa: los likes, comentarios, seguidores y otras herramientas que proporcionan las redes aumentan las posibilidades de recibir los refuerzos externos que requieren este tipo de personalidades, pero, al mismo tiempo, también existe el riesgo de dejar de recibirlos y aumentar la deflación.
La relación terapéutica puede ser de gran ayuda para las personas narcisistas, que podrían sentir en la sesión que es la primera vez que realmente les escuchan a ellos y su conflicto interior, a los dos extremos (el inflado y el desinflado).
A través de la terapia Gestalt se ayuda a co-crear vínculos y técnicas con las que el paciente podrá aprender a entender otros puntos de vista y observar desde el “nosotros” en lugar de únicamente hacerlo desde el “yo”.